Experiencia, contexto,
ciudad.
Margarita calle
La ciudad, marco de acción y portadora de historia, muestra
grafica de progreso tanto físico como conceptual de las diferentes expresiones
que trascienden el devenir del habitar de los individuos intérpretes del medio.
Esta, por mas contradictoria o difícil de comprender sea, el sujeto esta en
obligación de establecer una relación y unas dinámicas, que permitan trascender
sus límites de relación sujeto-objeto-espacio, siendo el sujeto el más
importante de esta cadena de creación estética, ya que él, es el elemento
pensante, poseedor de percepciones subjetivas que al establecer dichas
relaciones, dan como producto todo tipo de representaciones culturales.
Esta relación del hombre con el mundo surge por la necesidad
que se da, de tener un nexo de lo sensible a lo formal o racional, siempre con
la preposición de darle un sentido a la vida, buscando la sintonía perfecta de
todos los procesos naturales que al entorno concierne. Después de tener claro
cada elemento y entender la naturaleza concreta de la ciudad, se pasa a
contemplar puntos particulares en los que se puede hallar esa aproximación a lo
estético como la vivencia esencial y expresiva de toda obra humana,
potencializando la experiencia de la vida urbana. Dicha fragmentación abre el
panorama de posibilidades y posturas, potenciando ese hecho estético que debe
ser aplicado a la vida como componente esencial y fecundante de la trasformación,
tanto en los ideales particulares como los de colectividad, partiendo de toda
experiencia cotidiana que enaltezca el espíritu, así, las posibilidades serian
infinitas, inteligentes y más coherentes con nuestro cambiante ámbito social.
Esta función de creación, nace de un impulso vital de
reencuentro y resignificación de las relaciones perdidas con el medio primario
o habita, que son las que forman la “verdad” del mundo partiendo desde el idear
conceptual, hasta llegar a ser materializado bajo cualquier práctica,
estipulando en él, una serie de códigos y mensajes ocultos y subjetivos, que
alimente el mundo y brinden toda tipo de interpretaciones e interacciones de
los hombres, alimentando su espíritu e incidiendo en su pensamiento y
consciencia sensible, para llegar a fuente principal de creación y desarrollo
humano, fundamentado en la formación de una postura estética frente a todo lo
que lo rodea.
Esta virtud, haría de la convivencia y estructura social
contemporánea mas rica y brillante, ya que al radicarse un hecho, conocimiento,
pensamiento estético que es el más alto punto, para implementar y crear una
cultura estable que demande crecimiento colectivo por merito individual,
evitando la formación de masificación en los individuos portadores de la
variedad espiritual, que por poco incentivo pensante, causan la necesidad de
recomponer las marcas de la memoria histórica y cultural forjada por unos
pocos, que no se venden al mejor postor y siempre están en busca de un mundo
autentico.